Retoque Fotográfico en Photoshop | 10 cosas que no debemos hacer
Interesante artículo me he encontrado en la web Ardis-Creative, donde su autor nos muestra una lista con 10 errores comunes que no debemos cometer cuando retocamos una imagen:
No suavizar la piel demasiado.
Claro, es uno de las principales acciones que debemos hacer en casi cualquier retoque de rostro, suavizar la piel; bien para ocultar las arrugas propias de la edad, o para disminuir el contraste de sombras que generan la mayoría de las cámaras fotográficas.
En este punto el autor nos aconseja olvidarnos completamente de la Herramienta Desenfocar (R), de hecho también olvidemos la Herramienta Dedo.
Podemos utilizar la Herramienta Tampón de Clonar (S), aunque por sí sola no bastará para realizar un buen trabajo; en conjunto con la Herramienta Pincel Corrector Puntual (J) nuestro trabajo puede resultar perfecto.
Hay que tener cuidado de no cambiar las sombras o iluminaciones propias de la escena; si utilizamos la Herramienta Clonar, deberemos luego pasar el Corrector por la misma zona, de esta forma no perderemos la textura original.
No remover completamente la sombra bajo los ojos:
Otro error común. Hasta yo mismo he exagerado borrando las ojeras de un rostro, pero si hacemos esto, le quitaremos la profundidad a los mismos, y acercaremos el rostro cada vez más al plástico de un muñeco.
El secreto radica en remover los círculos más oscuros, pero no las tonalidades suaves directamente debajo del ojo.
No eliminar completamente las arrugas:
¿Quieres mejorar un rostro o plastificarlo? No podemos dejar a una persona de 80 años como una niña de 15; por esto mismo debemos dejar las suficientes arrugas en el rostro como para no ridiculizar a la persona a la que queremos mejorar.
La mejor técnica es utilizando la Herramienta Tampón de Clonar con una opacidad mínima, siempre alternando con la Herramienta Pincel Corrector, y realizando las pinceladas en una nueva capa, encima de la original. Luego de terminar, iremos reduciendo la opacidad de esa capa hasta lograr el efecto justo de suavizado.
No quitar las líneas de expresión:
Las líneas de expresión no sólo dan la característica única a un rostro, sino que en una fotografía nos transmiten el estado de ánimo de esa persona. Es muy común que quieras quitar la comisura de los labios o las arrugas de los ojos de una persona que está sonriendo, pero si exageras tendrás algo más parecido a un NS-5 que a otra cosa.
La técnica para no perder la expresión del rostro es idéntica a la de las arrugas.
No eliminar la comisura de los labios:
La comisura de los labios sigue las mismas reglas que las líneas de expresión. Lo aconsejable para este caso es disminuir el nivel de sombras alrededor de ellas, pero siempre cuidando de no eliminarlas por completo.
Los ojos en sombras:
Otro error que comenten/mos muchos es que, cuando logramos una luz casi perfecta; el tono y textura ideal para la piel; y el color de cabello que queremos, olvidamos iluminar un poco los ojos.
Pero no se trata solamente de aclarar los ojos y hacerlos más brillantes; sino que tampoco hay que olvidar el iris. La mejor técnica para esto es copiar el iris en una nueva capa, aumentarle el brillo, y por último comenzar a jugar con los Modos de Fusión de la capa o inclusive su opacidad.
No sobreexponer demasiado los ojos:
Esta vendría a ser una extensión del consejo anterior.
Podemos remover esas venas rojas que a veces aparecen en los ojos, los tonos rojos y amarillos le quitan salud a la persona, más cuando las cámaras generalmente acentúan estos colores. Podremos retocar todas estas partes, pero siempre siendo moderados con los efectos, para que los ojos nos queden realistas.
No aumentar demasiado el brillo y color de los iris:
Esta es bien sencilla. Nadie quiere que nuestra fotografía se parezca la de un alien mal disfrazado.
Es por esto que debemos tener mucho cuidado al aumentar el brillo de los ojos, y, no se si más importante, tener cuidado con la saturación de los mismos.
Deberemos tener en cuenta el nivel de sombras de los ojos, ya que a más sombra, más resaltarán los colores vivos de los iris.
No blanquear demasiado los dientes:
Tan importante como los ojos es el nivel de blancura de los dientes. Nadie, siquiera los que usan postizos, tiene los dientes más blancos que la leche.
La mejor técnica para blanquearlos a un nivel coherente no pasa por acercarlos al blanco, sino disminuyendo los amarillos.
Sencillamente seleccionamos los dientes y vamos a Imagen, Ajustes, Tono/Saturación y seleccionamos el canal amarillo, para luego ir disminuyendo su incidencia en el objetivo seleccionado.
Ecualizar la imagen completa:
Antes de retocar cada parte de una imagen por separado, deberemos ajustar los parámetros generales de la fotografía, ya que al aumentar el brillo de la boca, disminuir el de los ojos, etc, la fotografía tiende a parecerse a un collage de tonalidades.
Por esto mismo deberemos ecualizar la imagen completa para que cada componente de la misma esté en armonía. Brillo, exposición, sombras, color de la piel, niveles, curvas, etc. nada debe quedar al azar. De no ser así, nuestro trabajo de un par de horas podría irse al caño por el simple hecho de no haber acondicionado la fotografía para su edición.
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